17ª TERTULIA LITERARIA
ENCUENTRO CON EL ESCRITOR
Sábado 23 de marzo de 2013
"Papá se abrió una cerveza y dijo que éramos una familia de chiste. Yo
le corregí. Somos una familia de teleserie americana barata. Papá se
dejó caer en el sofá y se echó a reir. Pero aquella risa tenía algo de
llanto".Necesitamos tanto reirnos, dice el autor al principio de esta
novela narrada a cuatro voces, en la que los hijos han recibido su
formación directamente de Los Simpson o American Dad. Por eso uno de
ellos plantea:"¿Por qué no podemos celebrar Halloween y Acción de
Gracias como cualquier familia normal?", mientras el pequeño sueña con
tener un perro y un coche.Toda familia se aleja del concepto de familia
normal, pero esta no podría ser utilizada como ejemplo por la
Conferencia Episcopal. El hecho es intrascendente porque la familia,
como la infancia, es un invento moderno y cada cual la construye como
puede.Una familia normal es un ejercicio para reirse de sí mismo. Es un
pavo de Acción de Gracias en torno al cual cualquier familia puede
soltar lo que lleve guardado, abrazarse y despedirse hasta el año
próximo. Una terapia que debiera ser declarada
de interés para la salud
mental.
Comentario: MARIA JOSE CAMPAROLA
Son unas páginas, las de este libro, que además
de hacerte pasar un rato agradable, están llenas de reflexiones sobre la
pareja, sobre la educación de los
hijos, el paso de los años, esas crisis de los cuarenta o cincuenta, sobre los
viajes de vacaciones. Emplea el humor y un estilo desenfadado, a veces una visión ácida. Me sorprende con
este difícil registro, que favorece una
mirada desdramatizada sobre la realidad. Pepa Darío, Darío y Pepa, intentan no
perder el amor por el camino.
En estos
tiempos graves y egocéntricos cada uno sale como puede o como le dejan de su
propia crisis, ya sea económica o afectiva o existencial. Los hijos son malos
estudiantes, carne de psicólogo, niños que entran en la adolescencia rodeados
de la play station y sin ilusión por
estudiar. Ellos, unos padres
comprensivos y bienintencionados, que
pensaban no necesitar libro de instrucción para educar y que cuando lo buscan,
éste no existe.
El autor
nos habla del debilitado papel de pater familias ante el gran papel
socializador de la tele. Lo difícil que es el día a día, las expectativas que
uno pone, luego vas viendo que tu realidad es otra y cómo esta realidad con
trabajo y amor la vas moldeando y normalizando. Santiago nos comenta como con
sus hijos, ya adolescentes saca conversaciones con mensajes SUBLIMINALES, con
la esperanza de que algo quede en su cerebro, a pesar de lo oído en la tele.
Un aliento de esperanza para estos tiempos
difíciles, pues ellos también tienen su época de crisis; cuándo estaban en
Madrid, Darío dice: “ De ahí a la mendicidad no hay nada”. Funcionario por
oposición, gracias a la Virgen…Úlcera de duodeno, ella embarazada…su padre:
“yatelodije”….tuvieron que agachar las orejas…Recuerdo de los años perdidos en
la universidad.
EDUCACIÓN. Gran
peso de la genética, su hijo se parece mucho a él y Darío a su
padre.”CUANDO ERES JOVEN HACES LO POSIBLE POR CONVERTIRTE EN EL NEGATIVO DE TU
PADRE Y LUEGO VES QUE ERES IGUAL A ÉL”.
Los
problemas de la adolescencia imponen todo un desafío de dilemas a los padres,
debido a la creciente complejidad de las relaciones padres-hijos. Solicitaban
muchas tutorías y, en ellas nunca mencionaban
ningún acto positivo de su hijo, los profesores sólo estaban programados
para detectar errores…”Vuestro hijo es un desastre”. Tenemos que aprender todos
a ser más positivos y a saber relativizar.
LOS
PROFES, ese sector educativo que no entiende ni congenia con algunas familias. Reflexión, por parte de
Pepa sobre la pedagogía de cómo ser un buen profesor. Sonsoles sabía inculcar
disciplina con grandes dosis de cariño, no hacía concesiones, sí o sí, no le
hacía falta cursos de psiquiatría, ella no creía en el fracaso. Sonsoles decía:
“Todos tiran hacia adelante sin sentir que son más o menos que los demás”.
Saca lo
positivo de Guille, delante de los niños, con la redacción sobre el armadillo.
Una persona con INTELIGENCIA EMOCIONAL.
La
familia moderna ha variado, muchos se quejan de lo que ha cambiado el rol de
los padres, sobre todo se quejan aquellos adultos que no tienen hijos. Ser padres es muy difícil. Pertenecemos a
una generación que ha pretendido educar en libertad. Eso es bueno, aunque se
nos haya ido de la mano. Que la siguiente generación invente un modelo mejor.
Nosotros hemos hecho lo que hemos podido.
Disculpen las molestias