34ª TERTULIA LITERARIA

34ª TERTULIA LITERARIA

Sábado 12 de noviembre de 2016








EL PRINCIPITO
de Antoine de Saint - Exupéry







Veinticinco lectores en torno a la mesa, dispuesto a sacar todos los entresijos del Principito. Misión nada fácil, ya que  El Principito es una gran metáfora. No conozco un  ningún libro  semejante,  que esté escrito para niños y para adultos al mismo tiempo. Y además, en tan pocas páginas y con tanta profundidad.

Comenzamos la tertulia como siempre con una introducción por parte de nuestra moderadora Mª José Poblet,  sobre la vida del escritor Antoine de St. Exupéry. Gracias a esta  conocimos las similitudes de la vida  del autor con este cuento.

El libro cuenta la historia del Principito, un niño que vive solo en un planeta muy pequeño. Es feliz, pero un día nace una flor, orgullosa y mentirosa, que le hace sufrir. Él decide abandonar el planeta y conocer nuevos amigos y mundos.

Nos conquistó la carga poética del libro, la tristeza y melancolía tan naturales que desprende,  el misterio y la fantasía de un extraño mundo que por lo  que averiguamos  fue inspirado por las alucinaciones de Saint Exupéry cuando estuvo a punto de morir de sed en el desierto.
A través de un juego fuimos desgranando cada uno de sus personajes.

Los baobás representan los problemas y la limpieza de los volcanes, la necesaria disciplina y constancia diaria.

El rey personaje deseoso de poder, no importa sobre que o sobre quienes.
El vanidoso tan hambriento de aclamaciones y al fin solo.
El contable de las estrellas: “…amasando riquezas”. ¿Para qué? O cuando habla de la descripción de una casa a base de números, en lugar de una descripción de sus cualidades.
El bebedor, simboliza al ser humano entregado al vicio y con la culpa de volver a caer.
Nos llamó la atención la figura del farolero, su responsabilidad y su fidelidad que le impide ser libre, hacer lo que desea, pero lo asume.

“Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”. Le  dice el  zorro. Es en esta parte donde está reflejada  la importancia del amor, la amistad y las relaciones, el verdadero sentido  de la existencia del ser humano.
La serpiente, ¿es la muerte?, la separación del cuerpo del alma.
Fuimos pasando por todos lo personajes de esta obra maestra y todas de acuerdo en que hay que leerlo en  diferentes  etapa de la vida y como la gente adulta no puede ver ya las cosas esenciales como los niños… Hay que releerlo sin duda para no olvidar lo esencial…

ACLARACIONES A LA 33ª TERTULIA LITERARIA

ACLARACIONES

33ª TERTULIA LITERARIA - ENCUENRO CON EL AUTOR

JOSE LUIS CORRAL

Sábado 25 de junio de 2016


Por JOSE MARIA SAMPER CALVETE



ACLARACIONES

Dado que todo fue bastante rápido al juntarse dos presentaciones y dado que algunas cuestiones quedaron muy en el aire, me ha parecido conveniente hacer algunas aclaraciones.

  1. La familia de Jesús

Tanto en el libro del peregrino como  de hecho en los evangelios aparecen varias veces los hermanos de Jesús. Sigue siendo una cuestión  abierta.
1. A favor

Jesús tuvo hermanos de sangre. Aparece en Mc 3,32.35 y sobre todo en Mc 6,3, donde se nombras a sus hermanos: Santiago, José, Judas y Simón y sus hermanas. Lo recogen igualmente Mt 12,46-50 y Mt 13,53-58 y Lc 8,19-21 y Lc 4,22, muy abreviado. Mención aparte merece Santiago, el hermano del Señor citado en Gal 1,19., Las habladurías de la gente mencionadas en la escena de Mc 6,3 podrían confirmar esta postura.

2. En contra
1. El problema se complica porque en el momento de la crucifixión y a la hora del embalsamar a Jesús en la resurrección el evangelio de Marcos cita a 3 Marías que acompañan a Jesús. Una de ellas es nombrada como “María, la madre de Santiago el menor y de José” ( Mc 15,40). Ver también Mc 15,47  María, la de José y Mc 16,1 María, la de Santiago. Los estudiosos de la Biblia ( exégetas) creen que es muy improbable que esta María sea la madre de Jesús, porque si lo fuera la hubiera llamado “su madre” como de hecho lo hace en Mc 3,32.35 y en Mc 6,3. Además, los dos nombres citados en la cruz Santiago y José aparecen entre los 4 hermanos citados en Marcos 6,3. Por lo cual es muy probable que no se trate de hermanos de sangre sino de parientes.
2. El Nuevo Testamento está escrito en griego. “Hermano” (“adelphós” en griego) recoge un término hebreo y arameo. El término hebreo “  `ah”   ( y arameo “ `aha` “) es muy amplio y puede significar según el contexto hermano de sangre, prójimo, compatriota y pariente. Por lo que, en el caso que nos ocupa, podría perfectamente significar parientes en lugar de hermanos de sangre.

2. Concepción virginal de María
Si María ha tenido más hijos, qué pasa con la concepción virginal de María. De entrada, la concepción virginal de María se refiere a que fue fecundada sin la intervención de un hombre. Lo fue de modo milagroso o misterioso por la acción creativa de Dios, el Espíritu Santo.  Todos los autores (católicos y protestantes) partidarios de que Jesús tuvo hermanos de sangre creen que la concepción de Jesús no fue obra humana sino divina. O sea respetan la concepción virginal de María. Además, fuera del evangelio de Mateo y de Lucas ya no se encuentra para nada el tema de la concepción virginal
de María a lo largo de todo el Nuevo Testamento. Es a partir del siglo II d. C. cuando en la iglesia primitiva empezó a tomar auge la concepción virginal de María.
Los evangelios de Mateo y Lucas son muy escuetos y sobrios, especialmente Mateo. En todo caso,  en la mención de Lucas de que “El Espíritu Santo bajará sobre ti y te cubrirá con su sombra” (Lc. 1,35) no hay la más mínima alusión a una unión sexual. Son términos que quieren expresar que Jesús va a entrar en la historia humana por medio de la actuación del Espíritu creativo de Dios sobre María.
Es bueno indagar el motivo de la concepción virginal. Los cuatro evangelios se escribieron para tratar de responder a las necesidades y problemas de los primeros cristianos. El primer evangelio escrito es el de Marcos (68-70 d.C.), luego el de Mateo ( 80-85 d.C.), seguido por el de Lucas ( 85-95 d. C.) y rematado por el de Juan ( 90-100 d.C.). A este respecto, es cierto lo que dijo José Luis Corral de que los originales de todos los evangelios se han perdido, sólo tenemos copias de éstos  aparecidas a lo largo del siglo segundo y demás siglos.
La novedad de todo evangelio está recogida en la primitiva predicación cristiana recogida por el libro de Los Hechos de los Apóstoles 10,37-41 “ … empezando  por Galilea, después de que Juan  predicara el bautismo. Jesús que pasó la vida haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo … lo mataron colgándolo de un madero, pero Dios lo resucitó al tercer día”. Con otras palabras. Dios ha querido revelar poco a poco toda su realidad con la llegada a la tierra de Jesús, con su vida ( hechos y enseñanza), su muerte  en la cruz y su resurrección. Y es justamente en y con la resurrección donde Jesús termina de revelarse como Hijo de Dios ( Ver Rom. 1,1). A grandes rasgos esto es el evangelio de Marcos en pequeño.
Los primeros cristianos reflexionando y madurando  poco a poco su fe con los problemas a los que se iban enfrentando (oposición del judaísmo, el paganismo de corte helenista y la sociedad del imperio romano) llegaron a esta conclusión. Jesús, una personalidad tan singular y única por su vida y especialmente por su resurrección, obra de Dios, no sólo ha sido obra humana por el vientre de María, sino también y sobre todo obra de Dios desde su concepción. Así  es como nacieron los relatos de la infancia de Mateo y de Lucas. Las fuentes de estos relatos son otra historia y otro problema. Hay muchas teorías: desde los secretos de la familia de Jesús, bastante difícil, hasta los modelos ya hechos del nacimiento de grandes personajes (p.e. Moisés en el Antiguo Testamento o Juan Bautista en el evangelio de Lucas), que es lo más probable.

3. Existencia histórica de Jesús

La mención de la existencia histórica de Jesús es bastante escasa. Sólo hay dos fuentes. Primero el historiador judío Flavio Josefo afincado en Roma. Flavio Josefo (37-100 d.C.), en su obra “Antigüedades judías”, escrita en los años 74/75, alude a Jesús (Ant. 18,63) a su persona, a sus milagros, crucifixión y resurrección. Pero este texto es muy dudoso, como recordó José Luis Corral, por ser una reelaboración cristiana. Sin embargo, en Ant. 20,9 que informa sobre la muerte de Santiago, el hermano de Jesús, y que fue apedreado por orden del Sanedrín (año 64 d.C.) es un texto más fiable y seguro.
La segunda fuente son tres testimonios romanos. Los 3 son historiadores: Suetonio ( 76 d.C.), Tácito (56/57-117 d.C.) y Plinio el Joven (61/62-113 d.C.). Los tres se conocían y mantenían buenas relaciones. El más fiable y mejor escritor es Tácito. Plinio, por su riqueza y posición (senador y gobernador de Bitinia, actual norte de Turquía) es una fuente de primera mano bastante sólida.
Suetonio, en su obra “Los 12 Césares”, en la vida de Claudio (10 a.C-54 d. C.) alude a los judíos expulsados de Roma, excitados por un tal Chresto que provocaba turbulencias. Probablemente se refiere a un griego que se hizo judío y excitaba disturbios en Roma (Vida de Claudio, 25,4).  En la Vida de Nerón ( 37 d.C.-63 d.C.), sin embargo, habla de los excesos cometidos por Nerón (represión, castigo, racionamiento en las tabernas …), y entre estos desmanes nombra a “Los cristianos, clase de hombres llenos de supersticiones nuevas y peligrosas, fueron entregados al suplicio” (Vida de Nerón  16,2).
Tácito, en cambio, es más preciso en los desmanes de Nerón. Debe advertirse además que  la duda a nivel textual,  a diferencia de lo que apuntaba José Luis Corral, gira en torno a la palabra “Cristianos” o “Crestianos” en lugar de la palabra “Cristo”, donde no hay ninguna duda textual. “… Nerón presentó como culpables y sometió a los más rebuscados tormentos a los que el vulgo llamaba cristianos, aborrecidos por sus ignominias. Aquel de quien tomaban el nombre, Cristo, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato …la execrable superstición, momentáneamente reprimida, irrumpía de nuevo no sólo por Judea, origen del mal, sino también por la Ciudad …El caso fue que se empezó por detener a los que profesaban abiertamente su fe… y resultaron convictos no tanto de la acusación del incendio cuanto de odio al género humano. Pero a su suplicio se unió el escarnio, de manera que parecían desgarrados por los perros tras haberlos hecho cubrirse con pieles de fieras, o bien clavados en cruces …  eran quemados de manera que sirvieran como iluminación durante la noche… Por ello, aunque fueran culpables y merecieran los máximos castigos, provocaban la compasión no por el bien público, sino por satisfacer la crueldad de uno solo”, (Anales 15,44, 2-8).
Plinio el Joven, en su “Epistolario” carta 96,1-10, siendo gobernador de Bitinia y el Ponto, actual norte de Turquía, escribe al Emperador Trajano ( 98-117 d.C.) por las dudas que tiene ante las denuncias recibidas de personas que no prestan el culto debido a los dioses y al emperador. De la carta se deduce que las denuncias provienen de los carniceros, por la pérdida de ventas, ya que la  carne había sido ofrecida previamente a los dioses (96,10). Ejecuta a quienes se  mantienen en su fe, admirando su constancia y contumacia  ( “ he ordenado ajusticiarlos … ese fanatismo y esa intransigente obstinación --después de haberles preguntado tres veces—merecían la muerte” 96,3). A los que se retractan (apóstatas) tiene dudas de la concesión del perdón, aunque les deja en libertad ( “Así, he tenido las más serias dudas sobre si…A los que han negado ser o haber sido en algún momento cristianos … a éstos he creído que debía dejarles en libertad” 96,2.5). Los cristianos aparecen citados a lo largo de la carta 9 veces sin ninguna duda textual ( 96,1.2 ter.3.5 bis.6 bis). La carta fue escrita probablemente el año 111 d.C. Llama la atención 3 detalles. De un lado, la gran cantidad de gente que profesa la fe cristiana (“muchas personas de todas edades … han sido ya procesadas, y muchas otras lo serán igualmente …no se ha extendido únicamente por las ciudades … también por los pueblos y el campo “  96,9). De otro  lado, Plinio duda si el motivo del castigo es ya el nombre de cristiano o  bien los crímenes implícitos en él, esto es, rebeldía a las leyes establecidas por Roma  ( “Así, he tenido  las más serias dudas … en fin, sobre si se castiga el nombre mismo de cristiano, incluso en ausencia de cualquier tipo de crímenes, o si lo que se castiga son los crímenes implícitos en dicho nombre” 96,2). Por último, se citan varias prácticas de los primeros cristianos como la reunión matutina (con cantos alternos) y vespertina (el ágape y/o la eucaristía) y la veneración de Cristo como dios (“ entre ellos un himno en honor de Cristo, como si de un dios se tratase …” 96,7). Hay otros aspectos interesantes que no vienen al caso tratar.
Para mayor información y detalle pueden consultarse los últimos o más recientes comentarios de los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas de las editoriales Sigueme, Verbo Divino y Cristiandad. Para la cuestión de la existencia histórica de Jesús puede consultarse cualquier biblioteca nacional sobre autores latinos, incluido Flavio Josefo.