30ª TERTULIA LITERARIA
Domingo 27 de septiembre de 2015
SEDA
de Alessandro Baricco
Tras una introducción sobre la obra y vida del escritor
Alessandro Baricco, nos ponemos manos a la obra en analizar este relato que aunque corto es muy intenso y ha dado
para mucho.
Novela impactante por su aparente sencillez literaria (estilo
sobrio, lenguaje claro, textos cortos, descripciones precisas) y por su riqueza
simbólica (parque, jaula, etc.) que permite introducirte de manera paulatina en
una historia de amor y sensualidad compleja. Apenas hay diálogos, las frases
son en general con gran carga de significado.
Todas de acuerdo que
el tema principal es el amor en sus distintas facetas de atracción, apareciendo
en la novela dos tipos de amor, uno sereno, cotidiano, normal, convencional
(Hélène-esposa) y otro más provocador, exótico, salvaje, prohibido (la mujer
misteriosa-amante). Ambos amores parecen llevaderos en la vida de Joncour, pues
uno no desplaza al otro totalmente, sino que se solapan, al menos en parte.
Se produce un triángulo amoroso entre Jouncour, Hélène (Su esposa) y la mujer misteriosa.
Se produce un triángulo amoroso entre Jouncour, Hélène (Su esposa) y la mujer misteriosa.
Joncour es el hombre tranquilo que ve pasar la vida desde una
posición de conformismo, pero que los acontecimientos obligan a tomar
decisiones (viajes lejanos) que, de alguna manera, implican entrar en mundos
desconocidos y tomar riesgos. Así Joncour pasa de una vida familiar tradicional
a ser “tentado” por el mundo, en este caso, por un amor misterioso. Sin
embargo, él intenta mantener el amor más inmediato que tiene con su mujer al
mismo tiempo que quiere descubrir ese otro amor. Es un personaje muy humano que
el autor “exilia” de su vida cómoda y le obliga a deambular por el mundo y
asumir una situación que le supera.
Hélène y la mujer misteriosa son dos seres sufridores y, hasta cierto modo, pasivos que defienden sus vida de manera diferente. Hélène ve que su marido está siendo seducido por una nueva persona y poco puede hacer para evitarlo. Sin embargo, no se rinde y busca alejarlo del peligro y de la obsesión. Para ello utiliza algunas “armas de mujer” (la carta).
La mujer misteriosa intenta escapar de su situación de “prisionera” de su amo (Hara Kei), bien por amor, bien por simple supervivencia, e intenta que Joncour sea el salvador. Ambos personajes son mostrados por el autor de manera parcial, incompleta. Nunca sabemos mucho de ellos, ni de sus sentimientos (sobre todo de la mujer misteriosa).
Lectura realmente interesante
y emotiva. Destaca la desdicha de Herver, a quien no le bastaba con el amor
incondicional de su mujer y se enamoró de aquella joven que le proporcionaba
una sobredosis de atracción, intriga y deseo, pero que finalmente vivió sus
últimos años de vida solo y compadeciéndose de haberse convertido en un
espectador más de su vidaHélène y la mujer misteriosa son dos seres sufridores y, hasta cierto modo, pasivos que defienden sus vida de manera diferente. Hélène ve que su marido está siendo seducido por una nueva persona y poco puede hacer para evitarlo. Sin embargo, no se rinde y busca alejarlo del peligro y de la obsesión. Para ello utiliza algunas “armas de mujer” (la carta).
La mujer misteriosa intenta escapar de su situación de “prisionera” de su amo (Hara Kei), bien por amor, bien por simple supervivencia, e intenta que Joncour sea el salvador. Ambos personajes son mostrados por el autor de manera parcial, incompleta. Nunca sabemos mucho de ellos, ni de sus sentimientos (sobre todo de la mujer misteriosa).
y no en el verdadero personaje principal