20ª TERTULIA LITERARIA

20ª TERTULIA LITERARIA

Sábado 13 de julio de 2013






CARTA DE UNA DESCONOCIDA,
de Stefan Zweig 




Moderadora: Mª ANGELES TERREU

Carta de una desconocida (Brief einer Unbekannten) es una novela de Stefan Zweig. Publicada en 1922, cuenta la historia de un escritor que recibe la carta de una mujer que no conoce y que ha estado enamorada de él toda su vida. En 1948, fue adaptada al cine por Howard Koch. La película fue dirigida por Max Ophüls y protagonizada por Joan Fontaine y Louis Jourdan. En 2004 se produjo una nueva adaptación de la novela a cargo de Xu Jinglei que fue Concha de plata a la mejor dirección en el 52 Festival Internacional de Cine de San Sebastián.”

Con estas palabras empieza la tertulia número 20 de la biblioteca de La Almolda, quinta tertulia de este año 2013, en un caluroso día de verano que acabará en animada tormenta.

Mi encuentro con Stefan Zweig se produjo al asistir a una presentación en la librería Cálamo de Zaragoza, el libro que se presentaba fue “Encuentro en Berlín” y el autor Pepe Ribas.

Pepe Ribas es escritor y periodista, famoso por ser el fundador de la revista Ajoblanco (1974-1980). La novela de Pepe Ribas habla sobre la historia de Europa durante la primera mitad del siglo XX. En ella hace referencia a multitud de escritores, músicos y personas que han escrito sobre esa época y que es ignorada por los propios europeos, que prefieren leer libros norteamericanos o ingleses en su mayoría, lo que provoca el total desconocimiento de su historia.

Stefan es uno de los escritores referidos en esta novela, es un escritor austriaco. Al preparar la tertulia descubro que este autor es muy recomendado por muchas y diversas personas sobre todo su libro autobiográfico “El mundo de ayer” en el cual nos habla de la historia de Europa en la primera mitad del siglo XX que es cuando vivió este autor, que nació en Viena (Austria) el 28 de noviembre de 1881 y murió en Petrópolis (Brasil) el 22 de febrero de 1942. Como se puede observar sufrió las dos guerras mundiales y pensando que los nazis iban a conquistar todo el mundo acabó suicidándose en el exilio cansado de “andar sin patria”.
Antes de morir escribió varias cartas de despedida, en una de ellas agradecía su estancia en Brasil y acababa de esta manera:
“Pero después de los sesenta se requieren fuerzas especiales para empezar de nuevo. Y las mías están agotadas después de tantos años de andar sin patria. De esta manera considero lo mejor, concluir a tiempo y con integridad una vida, cuya mayor alegría era el trabajo espiritual, y cuyo más preciado bien en esta tierra era la libertad personal.
Saludo a mis amigos. Ojalá puedan ver el amanecer después de esa larga noche. Yo, demasiado impaciente, me les adelanto.
El autor mantenía correspondencia con personalidades de su época como Sigmund Freud, Rainer María Rilke y Arthur Schnitzler entre otros. También escribió biografías de personajes relevantes. Incluso escribió un libreto de ópera para el compositor Richard Strauss.

En la tertulia se hace referencia al hecho de que a Stefan le gustaba escribir relatos cortos y rápidos, no le gustaba ni como lector ni como escritor andar rellenando las novelas de detalles que para él resultaban inútiles en la lectura y cargaban demasiado la historia, por eso el escribe también así, de tal forma que varias de sus novelas, “Novela de ajedrez”, “Veinticuatro horas en la vida de una mujer”, etc. son relatos de pocas páginas y de personajes prácticamente anónimos sin apenas descripciones.
Según la Wikipedia concedía particular importancia al ritmo del relato, en sus propias palabras:
"... el inesperado éxito de mis libros proviene, según creo, en última instancia de un vicio personal, a saber: que soy un lector impaciente y de mucho temperamento. Me irrita toda facundia, todo lo difuso y vagamente exaltado, lo ambiguo, lo innecesariamente morboso de una novela, de una biografía, de una exposición intelectual. Sólo un libro que se mantiene siempre, página tras página sobre su nivel y que arrastra al lector hasta la última línea sin dejarle tomar aliento, me proporciona un perfecto deleite. Nueve de cada diez libros que caen en mis manos, los encuentro sobrecargados de descripciones superfluas, diálogos extensos y figuras secundarias inútiles, que les quitan tensión y les restan dinamismo."
La impresión generada por el libro de Stefan, Carta de una desconocida, que más que novela parece un cuento, ha sido muy buena. Incluso se han animado a leerlo más personas no habituales en las tertulias ya que “tiene pocas páginas”. Sin embargo, el que la novela de Stefan sea tan corta no deja indiferente a nadie. Además genera dudas en la lectura sobre si la desconocida muere de gripe o realmente se suicida, si es un amor normal o más bien enfermizo el que sufre la protagonista, las diferencias culturales entre el señor R. y su enamorada expresadas a través de cómo son sus libros y sus pertenencias, si la carta es sólo un desahogo de la protagonista o realmente quiere hacer reflexionar al novelista R,…

Llama la atención que el autor tenga varios relatos con protagonistas femeninas y esto provoca curiosidad a alguna de las asistentes que se propone leer más novelas de Stefan Zweig. El descubrimiento de este autor y su novela ha generado que el club de lectura se plantee como tarea leer más libros de él, un buen comienzo puede ser el libro “El mundo de ayer” que servirá para conocer mejor la historia de Europa que al fin y al cabo es nuestra historia.
 

20ª TERTULIA LITERARIA

20 ª TERTULIA LITERARIA

Sábado 13 de julio de 2013


CARTA DE UNA DESCONOCIDA, de Stefan Zweig
El autor pone de relieve las cualidades que le han convertido en uno de los autores más apreciados por todos los públicos: humanidad, ternura, dramatismo y apasionante interés. Cartas a una desconocida es una de sus mejores novelas. Este volumen contiene además dos novelas cortas, Leporella y El refugiado, del prestigioso escritor austriaco.
"Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final. En el caso de que siguiera viviendo, rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre. Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya desde la primera hasta la última hora."


STEFAN ZWEIG, nació en Viena, Austria, el 28 de noviembre de 1881, y falleció en Petrópolis, Brasil, el 22 de febrero de 1942. Criado en una familia judía acomodada, se licenció en la Universidad de Viena, doctorándose en Filosofía. Su origen judío lo obligó a alejarse de su hogar al comenzar la Segunda Guerra Mundial, pero nunca fue particularmente religioso ni era simpatizante del movimiento sionísta. De mentalidad pacifista, su postura anti-belicista queda explícita en su obra Jeremías, una pieza teatral que denunciaba la Primera Guerra Mundial. Además del teatro, Zweig escribió novela, poesía y ensayo, aunque posiblemente sea más conocido por sus biografías, especialmente las de María Estuardo y Erasmo de Rotterdam. Escribió también una autobiografía en 1941, El mundo de ayer. Se le considera uno de los escritores más significativos del periodo de entreguerras. Tras su exilio en 1934 debido a la ocupación nazi, buscó una nueva residencia en Gran Bretaña, Estados Unidos y finalmente Brasil, donde falleció. Su frustración ante lo que consideraba el fracaso de la cultura europea lo empujaron a la desesperación, suicidándose junto con su segunda esposa Lotte (Charlotte Elisabeth Altmann) en Petrópolis.

19ª TERTULIA LITERARIA

19ª TERTULIA LITERARIA
Encuentro con la escritora

Domingo 8 de junio de 2013









NAPOLEON PUEDE ESPERAR,
de Ana Alcolea










Ana Alcolea es la escritora que nos ha visitado este pasado domingo 9 de Junio en el club de lectura, Ana es una persona muy simpática y con don de lenguas y el libro sobre el que hablamos es “Napoleón puede esperar”.

Ana es escritora, profesora y zaragozana, no se muy bien el orden que ella prefiere al escribir estas palabras y por eso las copio de su blog http://anamalcolea.blogia.com/

Sus libros se editan principalmente como novela juvenil excepto uno de ellos que está editado como literatura de adultos, “Bajo el león de San Marcos”.

Ana va saludando personalmente a los componentes del club de lectura según vamos llegando.

La charla comienza con la magia que hace un lector al leer libros. Esta frase se la dice ella a sus lectores adolescentes cuando les da charlas de literatura.

La escritora es defensora de los libros de papel, al menos en caso de necesidad se pueden utilizar incluso para hacer barricadas, como explica en su libro que hacían en la guerra de la independencia.

La tertulia sigue y Ana nos cuenta el proceso de creación de sus novelas en general y de “Napoleón puede esperar”. Comenta que todas sus novelas se ubican en sitios emocionalmente importantes para ella. En particular nos habla de la novela “El medallón perdido” que de alguna manera la acerca más a nuestro pueblo ya que su primo, cuya muerte le inspiró la novela, estaba casado en Peñalba.

Ana ha vivido en varios sitios de España y cuando pudo volvió a Zaragoza. En su búsqueda de piso para vivir fue a parar a Torrero y empezó a interesarse por la iglesia de San Fernando de Torrero ya que desde su estudio ve la cúpula de la iglesia. Ya de estudiante había tenido relación con esta iglesia ya que le contaron que la decoración de los altares fue realizada por Goya hacia 1800 con tres lienzos y estos habían desaparecido durante la Guerra de la Independencia, cuando fue cuartel de las tropas francesas. Esta historia de los lienzos siempre le fascinó y le llevó a escribir el libro “Napoleón puede esperar”.
 
Para crear su personaje de Gerard Lacombe se inspira en el libro “Los sitios de Zaragoza” que contiene las memorias del general francés Louis François Lejeune. La escritora nos recomienda la lectura de estas memorias que muestran la dureza del sitio de Zaragoza en la Guerra de la Independencia. También nos habla del general Palafox, su historia y lo que representa su estatua ubicada en el edificio de Capitanía de Zaragoza. Esto nos lleva a que Ana nos explique la simbología de las personas y los objetos que Gerard rescata en plena guerra (el niño, el libro de la Eneida, etc…).

Es inevitable por mi parte preguntar a la autora porque una novela es juvenil, ¿qué criterio se sigue para clasificarla así?, la respuesta es desconocida. Ana no cree que una novela sea sólo para jóvenes, una novela es mucho más que una clasificación para poder encasillarla y distribuirla, de hecho piensa que muchas novelas clasificadas como juveniles tienen textos que no superarían ni de lejos muchos escritores que escriben para un “público adulto”. En relación a la literatura juvenil nos recomienda dos blogs sobre libros juveniles http://eltiramilla.com/ y http://www.eltemplodelasmilpuertas.com/

La portada del libro es otro punto en la tertulia, nos dice que no le gusta y que no representa para nada a su libro pero tampoco pudo cambiarla porque el libro ya se había publicado así.

Poco a poco va transcurriendo la tertulia y al preguntarle ¿por qué ese final? la autora nos dice que como novelista se da el placer de elegir el final que le gusta y así consigue rescatar uno de los cuadros de Goya perdido en la Guerra de la independencia. Hablando de estos cuadros nos comenta que podemos disfrutar de los bocetos de dos de ellos en el Museo Lázaro Galiano (Madrid) y también nos comenta que el tercer boceto está en el Museo Nacional de Buenos Aires.

Han sido más de dos horas de charla con Ana Alcolea, una conversación amena y divertida. Antes de terminar no podemos dejar de preguntarle si está trabajando en algún nuevo libro y nos dice que si, que lo publicará la próxima primavera.

Pues nada Ana, esperamos con impaciencia tu nuevo libro y leeremos o releeremos los que ya tienes publicados. Ha sido un placer conocerte y compartir esta tertulia contigo en la biblioteca de La Almolda.